obviamente sin respuestas, sin dirección a donde finalizar.
Trate de embalsamar las sonrisas.
Prepare el almibar con canela y un poco de sinceridad.
Se evaporo. Simplemente así sucedió.
Los signos de pregunta jamas se pudieron borrar de mi mentón, y menos de mis labios.
Los minutos fueron pasando y la noche se iba alargando. No había luz. No quedaba algo con calor.
Hasta aquel rincón se congelo y jamas lo pude volver a utilizar.
Cada noche pienso en si lo hubiese podido evitar, me trato de convencer de que lo hubiese podido bloquear pero inconscientemente mi voz vuelve a fracasar al intentarte cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario