El vacío que descontinua las sonrisas de puro placer destiño el papel de envolver.
Polillas que a escondidas bajo mi cama que muerden mis pensamientos
y carcomen mis sueños.
Miedo ensordecedor por la rabia desequilibrada al
no poder levantar la maquina para cortar,
cortar enlaces irrelevantes para algunos. Esenciales para los que trabajan con mi cuerpo.
Hilos, invisibles, manipuladores.
Perdiste. Perdí, como en la guerra.
Gane, lagrimas, solo lagrimas con pañuelos dilatados.
Te desecho por las malas palabras inventadas, por los silencios inauditos,
por las veces que hablamos bajito.
Para finalizar el acto la mandarina rosada, unicolor se pondrá.
En blanco y negro creo que no destacara.
Así podrá llorar retorcida, así podrá gritar que no quiere seguir siendo solo la parte de una comida.
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