Que te hagan meter todo en un frasco y hacerlo desaparecer.
Que indeterminadamente decidan que recuerdos has de tener.
Que la marca de mis labios ya no tengan mas que recorrer.
Huellas, moretones, caminos y huesos rotos.
Sucesos que desmoronan.
Personas que te arrollan.
Dinero putrefacto que te succiona.
Definitivamente uno es el que decide cuando deja de ver o cuando quieres que te deje de doler.
Lagrimeo, grito y jamas me canso. Que descaro.
Infinitamente desahuciada por las palabras que me rasgan la ropa cuando estoy soñando,
infinitamente olvidada por las agallas que se escapan cuando sus sonrisas se deforman.
Aveces hay que dejar de mirar hacia lo lejos.
Aveces es mejor cambiar de pellejo.
Aveces hay que crecer cuando menos lo queremos.
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